Cáncer de mama: seguridad social y costos elevados de tratamiento
El cáncer de mama es uno de los padecimientos que más frecuentemente padecen las mujeres mexicanas, cuando un diagnóstico oncológico se presenta no sólo la salud se ve afectada, también la economía de miles de familias, ya que las personas afectadas tienen que enfrentar gastos de hasta 700 mil pesos al año cuando la enfermedad se encuentra en etapas avanzadas. Una gran ayuda puede ser un seguro contra cáncer.
El pasado mes de diciembre, las estadísticas del INEGI revelaron que 62, 161 cuentan con afiliación al Instituto Mexicano del Seguro Social, mientras que 12, 984 mexicanos están afiliados al ISSSTE y 54, 924 al Seguro Popular, sin embargo miles de personas aún no cuentan con seguridad social y buscan cotizar un seguro de gastos médicos que se ajuste a sus bolsillos, lo que muchos no pueden permitirse por contar con salarios limitados.
Sin embargo, el sector salud recomienda contar con una alternativa de servicios de salud, ya que los costos de los chequeos anuales para detectar el cáncer de mama, que son mediante una mastografía y ultrasonido, oscilan entre 859 y 1,200 pesos. Estos análisis son de gran ayuda para descartar o detectar a tiempo la enfermedad y, con esto, reducir el desgaste físico, emocional y económico que causa.
Un estudio realizado por el Instituto Mexicano del Seguro Social llamado “El costo de la atención médica del cáncer mamario” informa que la institución pública dedica más de 74 mil pesos anualmente por cada paciente que se somete a un tratamiento por cáncer de mama en la primera etapa, mientras que el gasto se eleva a más de 199 mil pesos cuando se detecta el cáncer en la etapa IV.
El IMSS revela que sólo el 10% de los pacientes del IMSS son diagnosticados por cáncer en la fase I, en la que las probabilidades de recuperación y de tratamientos menos invasivos, son mayores.
Si bien el costo por el tratamiento del cáncer en el IMSS no es cobrado al paciente, sí es pagado por los impuestos que se cobran a la población, así como por los ingresos fiscales que el Gobierno Federal obtiene anualmente. En el caso de los pacientes que reciben atención por parte de otras instituciones públicas de salud como el Seguro Popular, los familiares deben asumir parte de los costos por el tratamiento, además muchas de las personas que cuentan con IMSS son trabajadores y pueden perder sus privilegios si pierden su empleo.
Ya que la mayoría de los pacientes de cáncer son detectados en etapas avanzadas, se requieren de tratamientos más agresivos y costosos, desde biopsias, quimioterapias, mastectomías y cirugías reconstructivas.
El último reporte de la Dirección de Seguros Médicos y de Salud de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) reveló que las empresas del sector desembolsan más de un millón de pesos al año por cada mujer con cáncer de mama.
Contar con un seguro de gastos médicos mayores es una inversión a largo plazo, que puede ayudarle a las mujeres mexicanas a realizarse chequeos preventivos y enfrentar a la enfermedad en las primeras etapas del cáncer, ganando la batalla. Por esta razón se recomienda adquirir la póliza cuando nos encontramos sanos, ya que la mayoría de los seguros de gastos médicos requieren un tiempo de espera de alrededor de 10 meses.
Las aseguradoras suelen tener cláusulas sobre padecimientos preexistentes, es decir, aquellos padecimientos por cuyos síntomas o signos se haya realizado un diagnóstico que señale que dicho padecimiento tuvo inicio en fecha anterior a la contratación de la póliza, o bien, que se hayan erogado gastos, antes del inicio de la cobertura.