Fraude en seguros de vida ¿Cómo evitarlos?
El fraude en los seguros de vida puede corresponder a dos escenarios: las acciones ilícitas que los beneficiarios pueden cometer para cobrar montos que no les corresponden, y las malas prácticas de las aseguradoras, cuyos vendedores en ocasiones prometen prestaciones no contempladas en el contrato, por no mencionar empresas que no están debidamente reguladas para ofrecer un servicio como éste.
En el primer caso, se trata generalmente de un delito premeditado que traer como consecuencia penas bastante onerosas, que pueden ir de 5 a 12 años de cárcel y de mil a 500 mil pesos de multa. Algunas de las situaciones más recurrentes en este contexto son la suplantación de cadáveres y el cobro de seguros por personas que no han fallecido o que ya ha pasado mucho tiempo de ello, además de otros más graves, en los que en la muerte del asegurado esta coludido el beneficiario, como sucede con las y los llamados “viudos negros”, que asesinan a sus parejas para hacerse con los beneficios económicos.
En México, se estima que al año se cometen entre 300 y 400 defraudaciones a las aseguradoras, siendo las de este tipo las más comunes, aunadas a las de seguros médicos, seguros para autos y contra incendios, según información de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
Aseguradoras que prometen y no cumplen
Aunque no incurren en delitos tan graves como en el caso anterior, las malas prácticas de instituciones bancarias en este rubro son relativamente frecuentes y generan gastos a los usuarios sin otorgarles lo que verbalmente se les ha prometido.
Así, es usual que en ventas de seguros por vía telefónica el ejecutivo que brinda la información al cliente, con el afán de concretar el negocio, le prometa prestaciones que no están estipuladas en el contrato, el cual después es difícil de cancelar.
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Al respecto, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), alerta a los usuarios de las acciones engañosas que las compañías podrían realizar e invita a hacer la queja correspondiente. Algunas de ellas son:
- Prometer que para obtener la póliza de seguro sólo se necesita un pago único, cuando en realidad se cargará una prima cada mes.
- Decir que con la contratación del seguro se exenta el pago de anualidad de tarjeta de crédito y que luego puede cancelarse el servicio cumplidos los tres meses, cosa que resulta casi imposible cuando llega la fecha y además tampoco existe bonificación por el año de uso del plástico.
- Hacer pasar el seguro como premio gratuito cuando en realidad se cobra cada mes junto con los cargos del estado de cuenta.